La Listeria monocytogenes es una bacteria ubicua que causa listeriosis, una enfermedad que puede ser muy grave o incluso mortal para poblaciones vulnerables como mujeres embarazadas, ancianos y niños. Según el Informe One Health 2022 sobre zoonosis en la UE, la listeriosis fue la quinta zoonosis más notificada en la UE, con 2.738 casos, lo que supone un aumento del 15,9 % respecto al año anterior.

 

La prevención y el control de Listeria monocytogenes, especialmente en productos listos para su consumo, es clave para prevenir casos de la enfermedad. Es por ello que las organizaciones IFS y QS han desarrollado conjuntamente una Guía de apoyo para la Industria cárnica, con el fin de dar apoyo a las empresas para evaluar el riesgo de listeria en sus propias plantas, señalando factores influyentes que se pueden tener en cuenta para que la evaluación pueda realizarse con la mayor precisión posible e incorporando al APPCC de las empresas, la prevención de Listeria durante el sacrificio, deshuesado y procesamiento de productos cárnicos.

 

L. monocytogenes es capaz de sobrevivir y multiplicarse en alimentos refrigerados, lo que hace que los alimentos listos para el consumo (RTE) sean motivo de especial preocupación. Además, puede tolerar condiciones ambientales adversas y crecer en un amplio rango de temperaturas, pH y salinidad, en presencia o ausencia de oxígeno.