Durante el año 2023, el número de alertas y notificaciones alimentarias recibidas a través del Sistema de Información Rápida europeo (RASFF) ha ascendido a un total de 4205 (frente a las 3921 del año 2022), de las cuales 1177 han sido alertas (28%), 1614 notificaciones de información (38,5%) y 1414 rechazos en frontera (33,5%).

 

Del total de los riesgos, los residuos de fitosanitarios y la contaminación biológica son los que más notificaciones han provocado, 22,5% en ambos casos, habiendo bajado comparando con el año anterior tanto los fitosanitarios, desde el 25,5% como la contaminación biológica desde el 23,5%. Muy cerca se posicionan los fraudes, habiendo aumentado ligeramente respecto al 19% del año anterior. La contaminación química y metales pesados también han aumentado desde el 6% y el 3,5% respectivamente, mientras que la contaminación física y las toxinas naturales, se mantienen prácticamente en los mismos porcentajes.

 

Las medias anuales referentes a los riesgos identificados y la evolución de los mismos por cuatrimestres quedan de la siguiente manera:

En cuanto al origen de los productos contaminados, destaca, a lo largo del año, el que la mayoría de las notificaciones tienen origen en Europa (44,5 %) y Asia (31,5%), porcentaje de notificaciones ligeramente más alto en el caso de Europa y más bajo en el caso de Asia, comparando con los datos del año 2022.